Apoderamiento o Aferramiento (1)
A partir de una exhaustiva revisión de los antecedentes personales, familiares y pedagógicos de pacientes o alumnos que han sido atendidos se observa una secuencia de actitudes, comportamientos y relaciones madre-hijo que permiten plantear esta propuesta.
Es intención de esta comunicación, dar a conocer un protocolo de actuación en lenguaje sencillo que permita su comprensión por todos.
Se identifican a dos actores principales, lo que no significa que se deje de lado a protagonistas en apariencia secundarios, que pueden llegar a ser tan o más determinantes que los dos mencionados:
Madre: Se trata de una madre que se muestra dedicada e inmersa en la crianza de su hijo, de forma absoluta, puede ser primeriza, tener solo ese hijo o que tenga otros y este sea el último. Puede integrar una familia estable o vivir sola, ser joven o de mediana edad, tampoco es determinante el grupo social o el nivel educativo que presenta, sólo tienen en común, estas madres, un apego absoluto al hijo, una cercanía física y afectiva sobre-dimensionada, han perdido su propio espacio de vida y sus días transcurren en absoluta función de las necesidades que tiene, las que la madre determina o imagina que tiene o las que el hijo demanda explícitamente o no.
Muestran un cúmulo de argumentos que evidencian claramente que se ven insustituibles en su rol y siempre justifican la conducta, desempeño y exigencias de su hijo. A la hora de justificar conductas del hijo, siempre tendrán un responsable del” afuera” a quien imputar las reacciones u omisiones del niño.
¿EDUCACIÓN EMOCIONAL? ¿DE QUÉ SE TRATA?
Una emoción es un sentimiento que surge cuando la persona reacciona de manera subjetiva al ambiente, generando así un estado afectivo que va acompañado de cambios físicos puesto que las emociones pueden causar reacciones fisiológicas.
Estas reacciones somáticas causadas por las emociones están controladas por el sistema nervioso autónomo y por el hipotálamo, por ello se consideran involuntarias (sudoración, ritmo cardíaco acelerado, etc.). Sin embargo, también podemos decir, que una emoción puede generar comportamientos observables más o menos controlables como pudieran ser gestos, lenguaje no verbal, expresiones faciales, etc.
A pesar de que en el lenguaje coloquial es fácil hablar de emociones y de estado emocional como si se tratase de lo mismo, debemos saber que una emoción tiene una duración más corta y una intensidad mayor que un estado de ánimo.
Según estas consideraciones previas se nos dificulta aceptar que pueda existir una “educación emocional” como ente diferenciado y exclusivo, como un método de enseñanza concreto.
Esta muletilla de la “educación emocional” es hoy día una frase comercial, que con diferentes e imaginativas justificaciones, promete transformar a los niños en potentes “aprendedores” y mejores hijos, ya que trasladan este gran cambio al terreno familiar, para felicidad de todos.
PERO ESTO NO ES ASÍ y la neurociencia se encuentra hoy en condiciones de afirmar de forma demostrable que en el proceso educativo han de seguirse pautas que se escalonan en un orden de prioridades:
1) Generar un ambiente de serena alegría en el ámbito educativo, al inicio de la actividad, los mecanismos y elementos para lograrlo son tan diversos como la imaginación de los educadores y sus alumnos, llegando a hacerlos partícipes de la planificación del comienzo del siguiente día o semana. Con la generación de alegría se logra despertar:
LA EMOCIÓN
2) Algo Inesperado en el Aula: la repetición de este comienzo y esta sorpresa, generará en los alumnos una emoción indispensable para obtener su atención:
LA CURIOSIDAD
3) En este punto de la secuencia, está de par en par abierta la ventana del aprendizaje, lo hemos conseguido estimulando la emoción más importante, sin la cual no es posible enseñar ni aprender y mucho menos retener ese aprendizaje:
LA ATENCIÓN
4) Una vez que por este camino el conocimiento está en condiciones de ser comprendido y jerarquizado, se incorpora en el cerebro y esto es:
EL APRENDIZAJE
Finalmente, la memoria es el destino de este proceso muy resumidamente explicado, pero suficiente para comprender que no existe una “educación emocional”. Se trata de poner a disposición de la Educación conceptos de Neurobiología fundamentados científicamente, para producir cambios que mejoren la actividad de enseñanza-aprendizaje
CONCEPTOS PARA ACLARAR Y DESPEJAR DUDAS A QUIENES DEBEN DECIDIR (1)
Contra algunas opiniones científicas o pseudo científicas que consideran prematuro compartir los nuevos conocimientos sobre, fisiología, procesos cognitivos, memoria, enseñanza-aprendizaje, neuroplasticidad permanente, etc. Con los educadores, para dotarlos de herramientas innovadoras que les permitirán nuevos enfoques didácticos. Nosotros afirmamos, que es de la investigación científica aplicada (hacerlo ahora) de donde surgirán los grandes descubrimientos en el campo del proceso enseñanza-aprendizaje. A condición que se mantenga una permanente realimentación entre investigación científica y aplicación práctica en ámbito de enseñanza. No hacerlo así, da lugar a cantidades alarmantes de información errónea, sin fundamento alguno y sin más objetivo que el dinero, y aun así son utilizados por muchas escuelas y adoptados por más padres, las consecuencias serán estériles, cuando no perniciosas para el alumno.
En este estado de cosas, términos como EDUCACION EMOCIONAL- NEUROEDUCACIÓN-ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE (MUCHO MENOS,DE ENSEÑANZA) están saturando de ofertas utilizando todos los canales posibles de comunicación. Más aún, desde el comienzo de la pandemia y el obligado confinamiento, estallaron en número y audacia propuestas de lo más variopintas, carentes de experiencia docente y fundamentos científicos verificables.
Es tal la fuerza de los medios de comunicación que aún hoy se dan por ciertos los que llamaremos Neuromitos, algunos que detallaremos, confirmarán lo afirmado:
- El ser humano utiliza solamente el 10% de las capacidades del cerebro.
- Existencia de un cerebro derecho y uno izquierdo con funciones diferenciadas e independientes-
- Existen talentos diferentes en los “niños visuales”, ”niños auditivos” y “niños cinestésicos”.
- Se pretende comparar el funcionamiento de un ÓRGANO (el cerebro) con una MÁQUINA (el ordenador).
Existen en la actualidad más de 50 neuromitos descartados por la investigación que tienen una fuerte raigambre en educadores, padres y educandos.
Esto por sí solo justifica la inmediatez de poner la información científica actual en neuroeducación al alcance de todos ellos para revertir esta tóxica marea.
A CUMPLIR RESPONSABILIDADES
En poco tiempo comenzará un nuevo ciclo escolar que mostrará diferencias con respecto al anterior y de acuerdo a las medidas que se están tomando en relación al control de la pandemia y a los protocolos de actuación que se están preparando a este fin, la orientación general indica que se priorizará la actividad presencial, dejando la alternativa telemática para casos muy puntuales.
En este esquema es prioritario llevar adelante un intenso ritmo de vacunación en los alumnos, principalmente. Esto permitirá, como mínimo bajar intensidad de la enfermedad en aquellos que puedan ser contagiados. Este dato está sobradamente demostrado casuísticamente.
La inmunidad de rebaño, o el mayor porcentaje posible de vacunados, disminuye dramáticamente la capacidad de contagio y como consecuencia inmediata aleja la posibilidad de nuevas mutaciones o cepas, lo que asegura la efectividad de las vacunas aplicadas.
En el ciclo pasado ha quedado ampliamente demostrado el positivo resultado del protocolo anti Covid, planificado y ejecutado por integrantes de la comunidad educativa.
Es esperable que con más experiencia, tiempo y recursos, este ciclo sea por lo menos de igual resultado.
Como padres, toca un rol fundamental en este tiempo previo.
Vacunar y vacunarse con las dosis necesarias para completar el plan de inmunización, a la brevedad posible.
Como educadores, toca un rol fundamental en este tiempo previo.
Vacunar y vacunarse con las dosis necesarias para completar el plan de inmunización, a la brevedad posible.
Incumplir esta fundamental responsabilidad personal y comunitaria, deja en evidencia un alto grado de irresponsabilidad hacia nuestros hijos y hacia el núcleo social del que formamos parte.
Cualquier argumento que pretenda justificar dicho incumplimiento se estrella contra la contundente prueba de las frías estadísticas, respecto a las consecuencias gravísimas, no solo para quien incumple, pues toda la sociedad queda expuesta a la pandemia.
La ciencia en el mundo da sus directivas y deben cumplirse más allá de opiniones personales con más fundamentos emocionales o de masa, que de ciencia y/o sentido común.
¿AYUDAR O NO?
Desde los inicios de la escolaridad más temprana, se agrega a las oportunidades de interacción padres-hijo, el cumplimiento de las tareas solicitadas por los educadores para realizar en la casa o el terminar aquellas que no se completaron en el colegio.
En un principio serán actividades semejantes a juegos y aumentarán en complejidad ,con el paso de los años, incluyendo preparar temas, dosieres, maquetas, una diversidad de demandas que muchas veces superan el arsenal intelectual de los padres o son demandados en tiempos de descanso de una jornada laboral intensa, o en un día de mala disposición para estas actividades, por innumerables motivos posibles.
Lo cierto es que según y cómo abordemos esta actividad desde muy al inicio de la escolaridad y el grado de autonomía que estimulemos o no en nuestro hijo, a lo largo de los años nos iremos convirtiendo en ocasionales y valiosos consultados, disfrutando así de ver su creciente autonomía de pensamiento, ejecución y desarrollo de sus potencialidades en esta fundamental área de su crecimiento.
Si ayudamos excesivamente, reducimos su rol a simple escriba de lo que les dictamos o terminamos haciendo las tareas nosotros mismos, con nuestra grafía, disimulada o no, mientras el verdadero responsable pasa a ser un simple testigo que ni atiende, ni entiende, ni aprende.
Su dependencia a nuestra ayuda, será total y progresivamente dejará de actualizar agenda, de prestar atención en clase, de rellenar la libreta correspondiente y los padres tomarán a su cargo estas obligaciones, se comunicarán con otros semejantes en la misma lucha y habrá permanentes consultas respecto a las tareas solicitadas, las fechas de entrega, etc.
Prontamente, se convertirá en motivo de discusión diario que se ocupe de sus obligaciones en lugar de sumergirse en la pantalla de turno, con tiempos ilimitados.
A pesar de nuestras amenazas, respecto a no ayudarlo, no reacciona, pues sabe que a último momento cederemos y lo “salvaremos” una vez más.
En poco tiempo los docentes advierten este cambio de ejecutor, advierten a los padres y reciben excusas, que justifican la imposibilidad del alumno, con excusas pueriles.
En resumen: Relevar de sus obligaciones o ayudar excesivamente a nuestros hijos, posterga su maduración, el ejercicio de la responsabilidad, la necesaria autonomía, el desarrollo de su inteligencia en general y de su intelecto, lo desmotiva y aumenta su frustración al percibirse con poca autoestima y muchas inseguridades.
UN 8 DE MARZO MÁS PERO NO IGUAL
Este 8 de marzo de 2021,volveremos a reivindicar el día Internacional de la Mujer, cumplido ya un año del inicio de la pandemia de COVID 19, que ha puesto una vez más en evidencia la irritante, vergonzosa e injustificada desigualdad que aún mantiene la Sociedad, en términos de género, en cualquier ámbito de actividad del que se trate.
El escenario de la presente crisis sanitaria, encuentra o ubica a la mujer en la primeria línea de acción. Expuesta a los mayores riesgos, muchas veces a costa de su propia vida y/o salud.
A la hora de la valoración material o moral, de las prevenciones que le brinden protección por su tarea, del reconocimiento concreto y pertinente por su relevancia, es cuando se constatan las mayores cargas laborales, los menores salarios y jerarquías escalonarías, las omisiones o demoras en el relato histórico de la importancia decisiva de su participación en esta y en otras tantas emergencias a lo largo del tiempo y desde el fondo de la historia.
La desigualdad, la desvalorización, la violencia brutal, fueron y son realidades que en muchas culturas alcanzan niveles inauditos de masividad e intensidad.
A pesar de que cada vez más voces se escuchan denunciando esta barbarie, su erradicación, la equiparación de derechos elementales, el reconocimiento de méritos en cualquier campo.
En resumen:
El equitativo rol de mujeres y hombres en todos y cada uno de los aspectos que hacen a la Sociedad Humana y su desarrollo, será el cimiento del genuino respeto a la persona por su condición de tal y la adecuada valoración colectiva a su desempeño, jerarquía, capacidad y generosidad intelectual que entregue en su acción, cualquiera sea.
Hemos de tener muy presente que no se reclama nada más que lo que se ha negado desde siempre, concretarlo es un imperativo que solo pondrá en justicia, lo que siempre debió ser.
I seguim parlant d'hàbits
En l'article anterior parlàvem de perquè és important incorporar sistemàticament els hàbits.
Algunes vegades introduir un hàbit és quelcom entretingut, que requereix paciència. Tanta ,que podem acabar fent nosaltres l'acció doncs així anem més depressa, no es trenca res, no fem tard......però esta clar que així no ho aprendran mai. I aquest no és el tracte. Massa sovint, pares i mares, no permetem que els nostres fills facin el que són capaços de fer ( i fer-ho bé).
Quan la nostra actitud és la de “ja ho faig jo que aniré més depressa” estem transmeten una imatge de “tu no ho fas bé” cosa que a la llarga es tradueix amb un sentiment d'inutilitat per part dels fills. Amb això provocarem que el nano sigui cada cop més depenent i fins i tot els pares acabem estant al seu servei i no sempre sense exigències.
El procés de créixer implica assolir unes habilitats concretes que les adquirim amb la pràctica i és així si realment ho fem nosaltres mateixos ( i ningú ho fa per nosaltres). Es tracta , per part dels pares, d'acceptar resultats “no tan perfectes” però que realment hagin estat autònoms. A tall d'exemple serà sempre millor unes sabates no tan ben cordades perquè precisament ho han aconseguit ells i això els farà sentir molt satisfets. Semblen exemples molt tontos però podríem parlar de saber-se cordar una jaqueta, mocar-se, fer-se un entrepà, preparar-se la bossa d'esport......tot el que no ENTRENEM després no ho podem demanar. No podem pretendre nens i adolescents autònoms si durant la seva creixença els hi fem tot. Igual que no val dir “sols ha de responsabilitzar-se dels seus estudis”....i no hi ha res més que pugui aprendre en aquesta creixença seva? Hi ha moltíssimes coses que poden fer. El que ens cal és prioritzar-ne unes quantes, graduar-les per edat i ser sistemàtics.
No podem pas començar amb deu demandes de cop. No si volem que la proposta tingui èxit. Ho farem progressivament. Els explicarem amb paraules concretes i senzilles què és el que demanem i què esperem de la seva resposta/ col·laboració.
I òbviament hem d'explicar les conseqüències que apareixen quan un no compleix amb aquestes responsabilitats. “Si no m'he preparat la bossa d'esport doncs quan arribi a l'escola no podré fer EF o hem posaran una falta “. Si els pares corren a l'escola amb la bossa per tapar l'oblit no haurem guanyat res.
Molts d'aquests exemples són un conflicte servit quan arriben a l'adolescència doncs en aquest moment voldríem que fossin de tot : responsables, autònoms, conseqüents.....però, quan ho entrenem això? Està claríssim que si no ho fem a mesura que creixen haurem perdut un temps irrecuperable.
Per què són tan importants els hàbits?
Cada cop és més freqüent escoltar els pares queixar-se que els seus fills no són autònoms, o que sempre necessiten ajuda, o que són despistats, o que se'ls hi ha de repetir moltes vegades les coses per tal que ho facin.....
Però ben mirat comprovem que els pares no permeten que els nanos facin allò que ,realment ,sí poden fer. Potser hi ha massa estesa la tendència que cal avançar-se , anticipar-se però resulta que al final no els hi fem cap favor doncs , quan deixarem que ho aprenguin?
El dia a dia està ple de situacions quotidianes que són una magnífica oportunitat per portar a terme aquest objectiu: ser més autònoms.
Òbviament això no és màgia. Cal un entrenament, pràctica , permetre l'error i sobretot molta paciència per part de l'adult. No es tracta de fer les coses de pressa i perfecte com si això fos símbol d'eficàcia. Quan un hàbit es comença a practicar cal un temps, una rutina i constància.
Hi ha pares que em diuen “no li demanem res més que la seva responsabilitat, fer les coses del cole”. Però jo pregunto, no hi ha petites coses que poden aprendre a fer perquè els són útils i de fet són part del seu creixement? Sovint com menys demanem menys fan. I no és un retret ,més aviat és la constància d'una realitat diària. Hi ha famílies en les que el fet de vestir-se al matí és un drama i ja sabem tots com acaba: vestint a la criatura enmig d'un estat de nervis perquè fem tard. Em direu que no hi ha un altre remei...i no és cert. Potser ens caldria veure les coses amb una mica de distància per veure que això que passa massa sovint no es pot resoldre d'aquesta manera . Seria bo introduir l'hàbit, per exemple, en el cap de setmana on estem més tranquils i el temps no apreta. I després practicar. Però si nosaltres acabem substituint el que ells haurien de fer no ens en sortirem mai.
Cosetes com parar i desparar la taula, endreçar la seva roba, les seves joguines són accions que les poden fer. Ara bé, cal plantejar-se com a pares per quina comencem i progressivament anar ampliant. Sempre tindrem en compte l'edat del nen però no us càpiga dubte que si els ensenyem i ens disposem a tenir paciència ho faran. I ho faran bé.